domingo, 13 de agosto de 2017

La busco o no la busco

¿Qué pasa por mi cabeza cada vez que la miro? Me encanta, pero a la vez me da rabia, cualquiera va a pensar que no me decido, pero no, ahí está la verdadera razón del porqué de mi dilema.
Con ella voy a sufrir, lo sé, pero también representa un reto, encontrar un corazón duro y al menos moverlo es un halago. Pero cuando ese mismo corazón vuelve a resistir y te deja sin nada ¿Con que le respondes? Parezco una mujer indecisa sobre que ropa ponerse, pero realmente lo que más me atrapa de esta historia es que no sé qué hacer y lo más “tragicómico” de esto es que capaz yo me estoy inventando la novela en mi cabeza.
Pero esto no es una historia de amor, ni de histeriqueos, es un intento de relación que no llegó a casi nada, pero justamente ese casi nada es lo que me lleva a esto, porque algo paso, sino no estaría escribiendo. Cuando una persona quiere librarse de la otra y dice “solo te puedo ofrecer mi amistad”, realmente está buscando un pretexto para sacarse de encima y no hablar más, salvo que inevitablemente tengas que hablar con ese alguien sea porque está en tu grupo de amigos o tengas una comunicación en tu trabajo.
Cuando ella te patea, pero sigue escribiéndote de cualquier cosa y te cuenta sus cosas, es porque hay algo más. Hoy las personas son orgullosas y si “él no me habla yo no hago nada” es moneda corriente ¿Entonces? ¿Siente algo? ¿Está confundida? ¿Está jugando conmigo y solo quiere una amistad? No lo sé.
La solución es no hablarle más, no estar pendiente de ella, cosa que milagrosamente consigo sin problemas. Hasta que de la nada me habla y todo se cae como un castillo de naipes ¿Qué me pasa? ¿Cómo una mujer que sabes que no es lo que necesitas te puede mover tanto? Ahí es donde entró en mi confusión, porque reconozco que me mueve el piso, pero no estoy enganchado con ella y este es el momento en que me convierto en un bipolar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario