lunes, 21 de agosto de 2017

Soy un adicto

¿Escuchaste hablar de las adicciones? Si, las drogas, el alcohol, etc. Pero esas no son las únicas, hay otras mucho menos conocidas, pero que pueden afectar peor a una persona. Más vale que es difícil salir de las más conocidas, pero hay tratamientos, en cambio la que siento yo puede curarse, pero las consecuencias no se borran.
No hay un puto segundo que no piense en eso, que algo relacionado me lleve a ese martirio, a esa culpabilidad que sé que no tengo, pero que la siento. Cualquiera que lea esto, va a decir que no es una adicción, pero ¿Sabes porque la tomo así? Porque después de hacerlo me arrepiento, me siento un idiota que Dios me va a castigar.
Como dije antes, estoy progresando en cuanto a los sentimientos que me genera esa adicción, pero eso no cambia un dolor que me va a arder en el pecho toda la vida ¿Cómo llega alguien a volverse adicto? Primero hay que ver el porqué, para después llegar al cómo. Él porque es simple, todo adolecente y adulto está sumergido en ese mundo y sin culpa (por eso muchos no lo ven como adicción). Pero el porqué es más complejo, mi papá tiene mucho que ver y el abuso que sufrí de pequeño también.
Soy adicto a la pornografía. Pero cuidado con una cosa, adicto en el sentido de que las ganas me agarran de la nada, no que veo todo el tiempo como un alsado ¿Ahora te das cuenta porque digo que nadie lo va a notar como una adicción? Es lo normal, hoy en día, hombres y mujeres lo consumen. Pero si eso me recuerda a mi abuso y además a una situación más delicada, es toxico.

En junio de 2006 sufro un ataque de convulsiones, que me sirvieron de advertencia, cosa que no hice caso. La noche del 23 de junio, como cualquier pibito, consumo pornografía. Esa noche mi abuelo fallece de un paro cardiaco. Créeme, sentí que yo lo mate, que mis manos lo hicieron ¿Te imaginas sentirte con ese dolor, cuando ves algo que todo el mundo lo disfruta? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario