“No bajes los brazos”, “seguí esforzándote”, “pelea por tus
sueños y no le des bola a nadie” ¿Cuántas veces escuché eso? ¿Pero alguien se
pone en mi lugar un ratito? Nadie entiende lo mal que me pone que las cosas no
salgan como quiero. Como tanto esfuerzo a veces es en vano, tantas veces pensé
que estoy perdiendo mi tiempo, que mis sueños son imposibles.
Además de lo complicado que es estudiar, tengo millones de
problemas más. Mi trabajo, que cada día es peor, mi casa, que sin querer
también suman problemas y yo. Sí, yo misma soy un problema, porque dudo de mí,
porque me siento vacía por dentro y no creo ser lo suficientemente “buena” para
lograr mis sueños.
Derrame y derramo lagrimas todos los días, me siento inútil,
sin futuro. Tengo miedo de defraudar a muchos, mis amigos, mi familia… hasta a
mí misma. Tantas veces me siento sola, pero también quiero estarlo ¿Quién va a
querer estar con alguien como yo? Que no tengo cabeza para una relación, que
sólo pienso en mi futuro, en ese futuro que es tan lindo, pero a la vez lo noto
tan lejos.
Después de pensar mucho, me digo “¿Sabes qué? Yo puedo, si
pude hasta ahora ¿Por qué no voy a poder ahora?” Y ¿Sabes porque sé que puedo?
Porque soy feliz con lo que hago, porque le cambio la vida a otra persona,
porque me la mejoró yo. La sonrisa o un simple gracias de un paciente, me
asegura que nací para esto y que, por más que tengo millones de piedras, las
voy a saltar una por una.
Es verdad, soy como un poco bipolar, pero soy feliz. No me
voy a arrepentir de lo que elegí, de lo que soñé ¿Por qué sino soñas, que haces
viviendo? Yo soy la que decide mi futuro y eso nada lo va a cambiar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario