domingo, 3 de septiembre de 2017

Amor efimero

Recién me levanto, otro día normal, trabajo, rutina y más de la mismo. Tipo 8 de la mañana me tomo el colectivo, mismo chofer, misma gente, mismo todo ¡Pero para! Acá hay algo distinto. Inmediatamente sufrí lo que muchos llaman “enamoramiento en el cole”, esos amores que sabes que no van a llegar a nada, solo a un intercambio de miradas infinitas, por lo menos de parte tuya.
Ahora ¿Hay algo mejor que ese “amor”? No hay celos, no hay histeriqueos, ni palabras se necesitan. No sabes ni siquiera el nombre y ya te imaginas cualquier cosa. Además, esta esa intriga, de saber si esa persona piensa igual que vos o sólo te ve como diciendo “deja de cargosear imbécil, sos feo”.
Ese viaje se te hace el más corto, el más raro, porque sentís que hay dos personas nomas, cuando en realidad son más de 30, todos apretados, yendo al matadero ¿Soy exagerado? Puede ser, pero me mentís si nunca sentiste esa adrenalina y después tu cabeza diciendo “¿Por qué no le hable?”, “le hubiera pedido el número”, ¿Cuándo voy a dejar de ser tan virgo?” o “si la próxima no le pregunto al colectivero si sabe quién es, soy un boludo”. 
Después están los inteligentes, que al menos cambian palabras y depende de la química, intentan pedir el número. Tan complicado para sólo decir “flaca que linda que sos ¿me das tu número?”. Si, somos así de miedosos, pero a la vez lo disfrutamos. Son esos 30 minutos, donde no tenemos ni problemas, ni noviazgos, solo sueños. Esos 30 minutos, que te hacen tener el mismo comportamiento, tengas 15 o 30 años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario